21 de junio de 2019
Los furgones son uno de los vehículos comerciales más utilizados en las empresas chilenas gracias a que son vehículos de carga de bajo costo y de alta versatilidad.
Pero elegir un vehículo comercial, y en especial un furgón, para tu negocio no es una decisión fácil. Es necesario encontrar un modelo que se adapte a tu empresa, pero también debes encontrar un concesionario capaz de darte la seguridad que necesitas.
¿Necesitas un furgón para la ciudad o para carretera? ¿Cuántos km diarios recorre el furgón? ¿Qué tipo de carga debes transportar? ¿Buscas algo ecológico? ¿Cuánto puedes invertir?…
Para elegir el furgón que mejor se adapta a tu negocio primero tienes que saber qué estás buscando. Es importante que tengas claro cuáles son los requisitos que debe satisfacer el vehículo que incorpores para tus operaciones.
Una furgoneta puede definirse como un vehículo de motor mediano, también denominado vehículo comercial ligero, generalmente sin ventanillas laterales en la parte trasera, diseñado para el transporte de mercancías y destinado para este uso. Las furgonetas tienen una vida útil muy larga y permiten transportar una gran cantidad de mercancías pesadas. Tienen mucho aguante y suelen durar bastante tiempo. Todo ello las convierte en el vehículo de carga perfecto de hoy en día.
Considera qué tipo de carga debes transportar en tu furgón, ya que el tamaño de lo que transportes debe ser capaz de entrar en el vehículo y debes tener en cuenta que el furgón es capaz de transportar el volumen de la carga.
Si solo debes transportar productos de tamaño pequeño (de una longitud de menos de 2 metros) un furgón mediano puede ser lo que necesites. En cambio, si debes transportar una carga de mayor longitud (de 3 a 4 metros) ya debes pensar en un furgón grande. Para medidas superiores a esta longitud quizás ya debes pensar en una camioneta.
Por otro lado, considera el volumen de carga que debes transportar de acuerdo a las rutas y despachos que realices en tu negocio. Un furgón mediano tiene una capacidad de 3,3 m3 mientras que un furgón grande es capaz de transportar hasta 11 m3. Es una gran diferencia que puede significar una mayor rentabilidad en tus despachos.
Un furgón comercial es un vehículo que será parte de tu negocio por años. Por eso desde un principio piensa en la rentabilidad que genera en tu empresa en el largo plazo.
Ten siempre en cuenta tu presupuesto y cuánto puedes destinar para la adquisición de un nuevo furgón. Pero no olvides que es una inversión de largo plazo, por lo que debes evaluar la rentabilidad y rendimiento en un plazo de al menos 5 años.
Uno de los mayores gastos de tu flota comercial será el combustible. Si eliges bien, puedes tener ahorros importantes en tus operaciones diarias. Privilegia vehículos de alto rendimiento que sean económicos. Considera como referencia un rendimiento de al menos 12 km/lt.
Otro gasto importante, aunque esporádico, son los repuestos, servicio técnico y mantenciones.
Lo primero, y lo más importante, compra un furgón de calidad, para evitar que tenga averías y puedas sacarle el mayor provecho en tus operaciones. Cada día que el vehículo no está en funcionamiento es una pérdida para tu empresa que se suma a los gastos de las reparaciones.
Privilegia vehículos que tengan repuestos económicos y que sean de fácil acceso. De manera similar, privilegia marcas y modelos que no presentan muchas dificultades con sus mantenciones y el servicio técnico.
La capacidad del motor de tu furgón es un punto realmente importante ya que dependerá que qué tan pesadas sean las cargas que desees transportar. Dependiendo de la fuerza y tamaño que escojas, los precios de un furgón también variarán. Recuerda que el motor también deberá ser capaz de realizar una serie de arranques y paradas por lo que debe estar apto para ellas.
Las puertas son otra cosa que quizás no hayas considerado durante el proceso de compra de un furgón. Algunos tienen puertas laterales dobles, lo que significa que hay una puerta a cada lado del furgón. Otros tienen puertas que solo se abren en un lado. Mientras tanto, algunos tienen puertas en la parte trasera con bisagras en el costado, lo que le brinda acceso completo al área de carga.
Una vez que tengas en claro tu tipo de carga, querrás probar las puertas para descubrir exactamente qué tan fácil es cargar las mercancías en el furgón que elijas.
Antes de comprar un vehículo de transporte, debes pensar muy bien en el tipo de rutas que vas a hacer con él, sobre todo, a la hora de valorar la manejabilidad de la furgoneta. Por ejemplo, si lo necesitas para rutas cortas en las que tendrás que circular por calles muy estrechas para realizar las entregas, será esencial que escojas una que sea fácil de maniobrar, por lo que deberás elegir preferiblemente por un vehículo de pequeñas dimensiones. Si, por el contrario, debes recorrer distancias más largas y conducir por autopista, la maniobrabilidad y el tamaño del vehículo serán menos importantes. Para este tipo de trayectos, los vehículos rígidos o más largos podrían ser una mejor opción por ser más resistentes y estar adaptados para recorrer distancias más largas que otros más pequeños.
No solo te fijes en las promociones y el precio que ofrece una concesionaria. Piensa en el largo plazo, y prefiere a concesionarias que generen confianza, ofrezcan un servicio de calidad y te ofrezcan todas las garantías necesarias.
Más importante aún, recuerda que cada día que tu furgón no está en funcionamiento es una pérdida para tu empresa. Prefiere a concesionarias que te ofrezcan un servicio de postventa integral y de calidad, con servicios que se adapten a tu negocio: atención preferencial, precios preferenciales, asesorías y servicio técnico especializado.
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